domingo, 30 de marzo de 2014

HABÍA UNAS GANAS DE ALEGRÍA


Festejen las invasiones los desbordes los deseos las banderas
otro tiempo se aproxima
-no de goce permanente, no de deslizamiento-.

Quizás podrán armarse memorias recortadas
amarse con un su vecino que ha ignorado el fin
de algunos/algunas golondrinas.

Festejen las incógnitas la esperanzada incierta utopía
aún plagada de resquemores
de dudas y de apremios.

Había unas ganas que se remontaban
al inicio de la vida.


Festejen las invasiones los desbordes los deseos las banderas.

ÁRBOL DE ESPUMA

Allá en lo alto, sobre el peñón
vuela la garza
la garza mora.

Quizás alcance con  escalar
clavar la pica calzar lo justo subir despacio tocar textura
-la del barranco-.

Vuela la garza
la garza mora

Ir con sigilo y desde la altura
 -la del barranco-
mirar el río tomar impulso respirar hondo sentir el vuelo.

Volar con ella, trepar el cielo
y volver
de regreso
al árbol de espuma

espuma mora de río.

CIELITO

En el filo de la nube que raja el cielo
nube de cielo empedernido, sí
cielo que es cielo de mi frente en vuelo
cielo que es cielo aunque diga no.

En el límite del azul que se hace aire
iridiscente desplegado, sí
aire que es aire de cabello al viento
aire que es aire aunque digas no.

En ese encuentro entre mi cielo y tu aire
vemos el día a día transcurrir
aire que troca ese cielo en sueño

sueño, promesa de tu abrazo, sí.