lunes, 9 de junio de 2014

COMO CADA VEZ

Lo insensato impensable se alojó en los ribetes, como cada vez.

Así pasó la noche ribeteado contornos, dibujando  líneas. Pasó la noche tendiendo hilos desde  las axilas hasta  insospechados rincones allá abajo, en los pies. Se desplegó salvaje, ululante, animal.


Y, sin embargo la noche pasó indiferente,  como cada vez.