domingo, 13 de julio de 2014

ESTÉTICA DEL DORMITORIO


Cayeron los crucifijos. En su lugar deambulan lobos o brujos danzantes.Una sábana le pregunta a la otra dónde está el cuerpo ausente. Hablan del desatino de esa cama revuelta.El espejo habla con un cuadro de la pared de enfrente -del que sólo ve un ángulo-, le pregunta el porqué de su presencia mutilada.Un zapato y una media buscan sus pares.Una estética impar y sin dios, insomne.Miro desde la puerta y están ausentes: mi rostro en el espejo, mi cuerpo en la cama, mi pie en el zapato y pienso. Pienso en la plenitud del dormitorio cuando es habitado.

PUERTAS GIRATORIAS

Antes que alguna puerta finalmente se abra
antes que alguna puerta finalmente se cierre
cuando sólo hay puertas giratorias
 la muerte danza  el baile descalabrado y ciego
mientras apunta,  invita a jugar  ruleta rusa.
Cuando todo lo humano resulta un juego  furioso
 antes que todo lo vivo sonría antes que todos los vivos lloren.
Antes que la madera envuelva o que las cenizas vuelen
Cuando todo es metal martillo y yunque
forja  golpe  presión
fusión soldadura precisa
celda prisión calabozo célula
 célula que degenera  deforma
que viaja en el cuerpo  lo invade.
Cuando la mecha atraviesa   y volcánica la sangre bulle
Cuando sólo hay puertas giratorias
qué devenir usurpado, que transcurrir extático
qué alerta
qué sinfín de silencios qué multitud indiferente.
Cuando se está a punto de caer
sólo basta un gesto para detener la muerte
que ríe porque sabe que el mero transcurrir basta.
Entonces las puertas  cesan su giro
un péndulo oscila sobre la cabeza.
Una puerta se abre, otra se cierra

sólo se escucha la respiración.