domingo, 13 de julio de 2014

ESTÉTICA DEL DORMITORIO


Cayeron los crucifijos. En su lugar deambulan lobos o brujos danzantes.Una sábana le pregunta a la otra dónde está el cuerpo ausente. Hablan del desatino de esa cama revuelta.El espejo habla con un cuadro de la pared de enfrente -del que sólo ve un ángulo-, le pregunta el porqué de su presencia mutilada.Un zapato y una media buscan sus pares.Una estética impar y sin dios, insomne.Miro desde la puerta y están ausentes: mi rostro en el espejo, mi cuerpo en la cama, mi pie en el zapato y pienso. Pienso en la plenitud del dormitorio cuando es habitado.

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