En el país de las
piedras
las cuevas brillan con
inusitada luz.
Profundos ríos
iridiscentes hacen titilar
piedras... de luz.
En ese país, el de las
piedras
un niño
puede gritar y
escuchar su eco
puede vagar, vagar y
vagar rumbo a lo incierto.
En el país de las
piedras hay cuevas
para descubrir
misterios
que el hombre solo, no
se atreve a horadar.
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