No dejaré rastros.
Taparé con hojarasca
mis pasos de guerrero.
Infames
quienes intentan
atravesar fronteras
para tirar el bulto
hacia el otro lado.
El bulto despedazado,
inerte, muerto, detonado.
Me gritaban
cocainómano.
Con pesar, con peso
recorría las canteras.
Los ojos de las grutas
me miraban.
Grutas explotadas,
dinamitadas.
Cerros carcomidos como
yo
enfermo
de silicosis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario